Resulta que las neuronas responden diferente a un estímulo visual y auditivo.
Cuando escuchas a alguien hablar, también nos apoyamos en la lectura de labios y de gestos para ayudarnos a entender lo que la otra persona está diciendo.
Para unir estas señas y sonidos, el cerebro debe saber en dónde están localizados estos estímulos para que pueda coordinar y procesar ciertos aspectos visuales relacionados en una misma escena. Es por ello que podemos entender una conversación cuando hay muchas personas en un mismo espacio.
Mientras investigaciones anteriores han mostrado que el cerebro crea un código similar para la visión y el sentido del oído para integrar la información, investigadores de la Universidad de Duke han encontrado todo lo contrario: las neuronas que se encuentran en una región particular del cerebro responden diferente, dependiendo si los estímulos son visuales o auditivos.
El descubrimiento, recientemente publicado en la revista PLoS ONE, proporciona información sobre cómo la visión captura la localidad de los sonidos percibidos.
La idea existente entre los investigadores del cerebro siempre ha sido que las neuronas en un área del cerebro conocida como colículo superior, utiliza una “zona de defensa” cuando hay un estímulo de señales. Esto quiere decir que cada neurona monitorea una región particular de una señal externa y responde cuando aparece un estímulo, ya sea visual o auditivo. En conjunto, todo el equipo de neuronas proporciona una escena completa.
Sin embargo, el estudio de los investigadores de Duke descubrió que las neuronas no se comportan de esta manera. Cuando el objetivo es un sonido, las neuronas responden como si estuvieran jugando a la guerra, aseguró la autora Jennifer Groh, profesora de psicología y neurociencia de la Universidad de Duke.
Las neuronas responden a todo tipo de localizaciones de sonidos. Pero qué tan vigorosamente responden, depende de la localización del sonido. Siempre es un trabajo en equipo, pero de diferente tipo. Es muy padre cuando las neuronas emplean dos estrategias diferentes, es como si jugaran dos juegos al mismo tiempo”, señaló Groh.
La investigadora asegura que el descubrimiento abre un misterio: si las neuronas responden diferente a un estímulo visual o auditivo, ubicados en lugares similares en el espacio, entonces los mecanismos principales sobre cómo capturan el sonido, son ahora inciertos.
Qué neuronas están activadas nos indica dónde está localizado un estímulo visual, pero qué tan fuerte es su actividad nos indica en dónde está un estímulo auditivo”, dijo Groh, quien condujo el estudio junto con Jung Ah Lee, de la Universidad de Duke.
Estos dos tipos de señales se pueden utilizar para controlar el comportamiento, al igual que los movimientos del ojo, pero es más difícil de imaginar cómo un tipo de señal puede influir directamente en otra”, agregó.
El estudio incluyó la evaluación de las respuestas de las neuronas que se encuentran en el colículo superior rostral del cerebro medio de dos monos mientras recibían señales auditivas y visuales.
Los objetivos sensoriales se colocaron a 58 pulgadas delante de los animales. Los altavoces se encontraban 24 grados a la izquierda y 24 grados a la derecha de los monos, en incrementos de 6 grados.
Luego, los investigadores midieron las respuestas de los monos a las ráfagas de ruido y a la iluminación de las luces.
Groh señaló cómo el cerebro toma la señal de entrada de una forma y la convierte en otra cosa “puede ser ampliamente útil para más procesos cognitivos.
A medida que desarrollemos una mejor comprensión de cómo se revelan estos procesos, podremos ayudarnos a entender un poco más sobre la forma en que pensamos”, concluyó Groh.
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